La avenida Monseñor Pablo Cabrera estaba cargada de automovilistas. Eran las tres de la tarde del martes. Silvina iba en una Renault Duster con dirección al centro. Hacía solo una cuadra que había pasado Boulevard los Granaderos y una moto manejada por una mujer se le puso al frente obligándola a disminuir la velocidad.
En el segundo semáforo Silvina notó que una moto Enduro con dos hombres se le puso del lado izquierdo. En el asiento de atrás y del mismo lado llevaba un bolso con un short y una remera.
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Al llegar a la siguiente esquina, sintió la explosión. Cuando giró el cuerpo vio que el chico de la moto con casco había metido medio cuerpo adentro de su auto. Intentó evitar el robo, pero solo logró lastimarse las manos con las astillas de los vidrios.
Con gran habilidad el delincuente se reincorporó se subió a la moto y se dio a la fuga en dirección contraria. La mujer de la moto también escapó en cuestión de segundos.
Había Mucha gente en la zona pero ningún policía. Silvina aseguró “uno nunca se lo espera” pero las calles están desoladas.
Además, en diálogo con El Doce, la víctima contó que un taxista le dijo que es muy común esta modalidad y que muchas veces la mujer que te obliga a disminuir la velocidad va con niños.
