Mailin Gobbo padeció problemas psicológicos desde los 12 años. En ese entonces asistía al colegio San José Obrero y junto a su familia eran profundamente católicos. Tal es así que el cura de la parroquia, Carlos José, los visitaba con frecuencia durante las vacaciones de invierno.
Pero esa relación terminó en un nuevo horror y escándalo que golpea a la Iglesia. En un informe realizado por Nicolás Wiñazki, la mujer recordó el rechazo que sentía cada vez que veía al cura. "No soportaba que la tocara o la abrazara, pero creía que ella era el problema, que era mala, que no había razón para que se sintiera así. Estaba bloqueada. Se alejó de todas las actividades parroquiales y de su fe, para no tener contacto con él. Pero su familia seguía ignorando todo y relacionándose con él como si nada", reconstruyó el periodista de Todo Noticias.
"Yo pensé durante mucho tiempo que era mentira. El cura seguía viniendo a mi casa. Hasta que se lo dije a mis padres", dijo la víctima.
Inclusive, la adolescente tuvo intentos de suicidio. "Estaba desconectada de mis sentimientos, de mi cuerpo. Me relacionaba con gente que me lastimaba. La desconexión estaba relacionada con que no quería ver que había sido abusada por un cura que en ese entonces todavía venía a ver a mi familia a mi casa", relató la ahora madre en una entrevista exclusiva.
+ VIDEO: el testimonio de Mailin, la víctima del cura abusador:
Recién a los 21 años, un psicólogo logró conectarla con un recuerdo. Un sótano, que en realidad era el lugar debajo del altar donde el cura la abusaba sexualmente, le permitió recordar una historia que su mente había bloqueado. "Yo pensé durante mucho tiempo que era mentira, y tenía miedo de que pensaran que yo había hecho algo para provocar, que era la culpable. El cura seguía viniendo a mi casa. Hasta que se lo dije a mis padres", relató Mailin.
Con el tiempo, recordó que el primer ataque tuvo lugar durante un campamento. El sacerdote la tocó debajo del agua, en un tanque. Tampoco podía sentir cosquillas, producto de la tensión que sufría cuando la manoseaba. "No estaba bien que me hiciera sentarme en sus rodillas cuando me iba a confesar y me tocara mis partes íntimas", agregó la joven.
Denuncia y apoyo
Al contar su padecimiento, varias compañeras le dijeron que era mentira. Pero una la sorprendió. "A mí también me pasó", dijo Yasmín. Con una historia muy similar ("cuando me confesaba me hacía sentar sobre sus piernas y me tocaba las piernas y el cuerpo por encima de la ropa", afirmó), ambas realizaron la denuncia penal que investiga la Justicia.
La causa
Marcelo Lapargo, fiscal general de San Martín a cargo de la investigación, calificó a los testimonios como “sólidos e indubitables”. El cura Carlos José está imputado por presunto abuso sexual de menores.
Sobre la reacción de la Iglesia cuando las víctimas advirtieron sobre los abusos, Lapargo fue contundente: "Tuvieron una respuesta que de alguna manera verifica que los hechos existieron".