A 9 meses del caso de gatillo fácil que conmocionó a Córdoba, la causa sigue sumando implicados. Este martes, la titular del Tribunal de Conducta Policial (TCP) de Córdoba, Ana Becerra, fue imputada por el delito de "abuso de autoridad".
La funcionaria policial es investigada por el levantamiento de la situación pasiva del cabo Lucas Gómez, quien esperaba ser juzgado por el presunto encubrimiento a un violador en un caso ocurrido en La Calera en 2017. Becerra ordenó que vuelva a trabajar y que inclusive utilice su arma reglamentaria: ahora, el efectivo Gómez está detenido e imputado por “homicidio calificado agravado por el uso de arma de fuego y por su condición de policía” por el crimen de Blas Correas.
En Arriba Córdoba, el papá del joven, Blas Fernando Correas, apoyó la medida y pidió profundizar aún más en la causa: "Es un paso más, es positivo. Sigue confirmando lo que venimos diciendo desde el primer día: que no eran solamente los asesinos los que mataron a mi hijo. A mi hijo lo mataron cuatro veces: cuando dejaron que estas personas porten un arma de guerra, cuando le dispararon, cuando armaron la red de encubrimiento y cuando no lo dejaron continuar a su amigo para que lo lleve hasta la clínica".
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El padre calificó de "acertada" la decisión de la fiscalía, aunque reclamó más imputaciones. "Son 18 ya los imputados: 16 entre policías y comisarios, y dos personas del sector privado. Pero sostengo que debe haber más", dijo.
En ese sentido, pidió que "la política deje actuar a la Justicia" y que la causa no se cierre. Sobre el rol de Ana Becerra, cuestionó en duros términos que el policía Lucas Gómez haya estado trabajando y armado: "Es llamativo que una persona que tenga una causa grave, que esté portando un arma una noche, caminando por la calle, me parece demasiado serio. Como papá me parece aberrante, una locura".