Pablo Soto y Arturo Sánchez fueron baleados en la cabeza y en el pecho. Mientras que el tercero de 34 años de edad se debate entre la vida y la muerte en el hospital Castro Rendón, de la localidad neuquina.
La masacre desató la furia de la gente que no pudo hacer nada para evitar el trágico desenlace de una vieja disputa vecinal. Después de la balacera, los vecinos vengaron la matanza quemando la casa del agresor. La incendiaron arrojándoles bombas molotov mientras la policía detenía al pistolero.
La identidad del asesino no se dio a conocer. Se sabe que era un trabajador petrolero desempleado que habría cruzado disparos en otro tiroteo ocurrido unos días atrás con las víctimas del ataque.
La fiscal Marisa Czajka reconoció que en el barrio hay mucho dolor, bronca e intolerancia entre los vecinos. Acá el video de los disturbios.