En medio de la pandemia la pobreza golpea cada vez más fuerte y lo que está ocurriendo en la escuela presidente Juan Domingo Perón de barrio Ciudad Evita, en la Ciudad de Córdoba, causa extrema preocupación. Docentes están yendo a trabajar y hay presencialidad, pero no pueden garantizar la asistencia porque el 40 por ciento de los alumnos faltan a clases porque pasan hambre o no tienen ropa para abrigarse.
Quien alertó sobre la situación fue Mónica Pereyra, directora de la institución, que en diálogo con Cadena 3 describió una dura realidad: “Los chicos están contentos de venir a la escuela a aprender, pero les falta comida, tener aunque sea una merienda. Se hace muy difícil prestar atención cuando el estómago está vacío, hace más frío al no tomar algo caliente y tenemos puertas y ventanas abiertas (por protocolo COVID-19)”.
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En la mañana de este viernes, Arriba Córdoba recorrió el lugar para dialogar con madres y vecinas del barrio, que ratificaron que la situación es crítica. “He visto que muchos chicos se han desmayado por el hambre en esta escuela”, describió una de las mujeres.
Antes de la pandemia, el programa PAICor garantizaba a los niños dos comidas: desayuno y almuerzo. Ahora, por los protocolos contra el coronavirus y la imposibilidad de comer en los establecimientos, se entrega a las familias una caja con alimentos que muchas veces se reparten entre todos los integrantes y no alcanza para satisfacer el hambre.
“Por ahí no hay para darles de comer, hay muchísima necesidad en este barrio”, lamentaron con dolor otras madres que hablaron con El Doce.
Ni comida ni ropa: una cruda realidad
Tanto docentes como familiares contaron que hay niñas y niños que no están yendo a clases porque ni siquiera tienen zapatillas. En ese contexto, reclaman que al menos el Gobierno de Córdoba, a través del PAICor, pueda volver a entregarles las dos comidas diarias ya que por lo general “es lo único que los chicos tienen en la pancita durante todo el día".
"Los chicos me dicen que en casa no tienen nada para comer"
“Más allá de que los niños reciben el módulo alimentario todos los meses, igual vienen con hambre porque a veces las familias tienen el arroz y los fideos, pero no con qué cocinar”, le reveló la directora de la escuela a Cadena 3.
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Y agregó: “Cuando los chiquitos empiezan a sentirse mal les pregunto y me dicen ‘En casa no había nada para comer’. En nuestra escuela siempre hubo comedor y ellos consultan ‘Seño, ¿hoy van a dar la leche, van a abrir el comedor?’, y sabemos que no por el protocolo. Eso a uno le parte el alma”.