La lucha contra el coronavirus tiene miles de héroes y heroínas y Mirta Susana Alcázar de Silva fue una de ellas. El pasado 28 de mayo, tras contagiarse y pasar días en terapia intensiva, terminó muriendo. Su marido, también contagiado, falleció tres días antes.
La "doctora Susi", como la llamaban sus colegas, dejó su vida para darle batalla a la pandemia en Santa María de Punilla: pese a estar en edad de jubilarse, decidió seguir trabajando hasta que la infección provocó el final más trágico para su familia.
"No quería dejar a nadie. Quiero que la recuerden así, como una trabajadora que nunca se rendía", destacó la hija de Susana.
"Ella estuvo trabajando y se contagió en los primeros días de mayo. Después se contagió a mi papá, estuvieron casi todo mayo internados en terapia. Y los dos fallecieron, mi papá un martes y mi mamá un viernes", contó una de sus hijas en Noticiero Doce.
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Sobre la valentía de su madre, contaron que querían "que deje de trabajar", pero "ella siempre tenía alguna excusa para seguir y seguir": "No quería dejar a nadie. Quiero que la recuerden así, como una trabajadora que nunca se rendía. Hasta el último día estuvo luchando por salir adelante".
Sus compañeras de trabajo guardan el mismo recuerdo: "Fue jefa nuestra muchos años, casi 20. Era maternal, siempre tenía un consejo justo, era gentil, amorosa. Siempre nos brindaba un espacio para desarrollarnos profesionalmente en armonía".
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