En principio, no tiene nada de malo juntarse con los compañeros de trabajo a jugar un partido de fútbol y después compartir unas cervezas. Claro que si sos policía y estás en horario laboral se complica bastante.
Esto ocurrió el martes pasado en la ciudad de Córdoba. Un comisario y ocho suboficiales fueron sorprendidos cuando regresaban a la comisaría 17 del barrio Remedios de Escalada después de jugar un picado. Encima, a tres de ellos les dio positivo el test de alcoholemia, con 0,25 miligramos de alcohol en sangre.
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El incidente fue denunciado por otro compañero de ellos, indignado por la situación. Cuando los "futbolistas" fueron volviendo a la comisaría en short y remera, se alarmaron al encontrar a los funcionarios policiales de traje
El Tribunal de Conducta Policial calificó el caso como “una falta gravísima” y ordenó el pase a situación pasiva de todos los uniformados (un comisario, un cabo y siete agentes). Esto significa una reducción del salario del 30 por ciento, además de quedarse sin la credencial y el arma reglamentaria. Además, el comisario Héctor Ahumada podría ser echado de la fuerza.