Mara Daniela Calvo dejó una carta antes encerrarse con su hijo Rodrigo Ubaldo Cresimbeni, de tres años, en el baño del local de masoterapia de barrio Urca.
“Prefiero morir antes que entregar a mi hijo”, sería la frase escrita por la mujer de 38 años que habría ocasionado las muertes al prender una estufa y tapar con nylon y cinta todos los conductos de ventilación, incluyendo el inodoro.
Los primeros resultados de la autopsia determinaron como causa del fallecimiento de ambos la intoxicación con monóxido de carbono. Así lo confirmó a Noticiero Doce, la fiscal Betina Croppi, relató que no habia signos de violencia en ningún cuerpo.
¿Se podría haber evitado la tragedia? Eso cree el abogado del padre del nene muerto, Martín Cafure. El letrado aseguró que la Justicia actuó con "negligencia" y que, si hubieran escuchado antes a su defendido, "se podría haber tomado una medida de protección más intensa sobre el niño". Video.
El pequeño Rodrigo estaba a punto de quedar bajo la guarda de sus abuelos paternos, por disposición de la jueza de familia Mónica Parrello. Se presume que ese fue el motivo principal por el cual Mara tomó la trágica decisión.
La madre del niño estaba en conflicto con el padre, Diego Cresimbeni, desde hace tiempo. Ambos cruzaron varias denuncias en los tribunales. Ella lo acusó, al menos, siete veces por violencia de género y él por intentar suicidarse en, por lo menos, tres ocasiones. Para la justicia, ninguno de los dos estaba en condiciones de seguir con la tenencia de la criatura, según las pericias psicológicas que les realizaron.
Para el padre, la situación se complicó cuando fue detenido, hace dos meses, por no respetar una orden de restricción que, según su madre Susana Arias, llegó al domicilio 24 horas después de su detención. Igualmente, influyó que tenía "antecedentes reiterados con lesiones leves", según fuentes judiciales. Su familia repite que las denuncias de Calvo eran falsas:
El caso pasó por tres juzgados hasta que la fiscal de Violencia Familiar, Mercedes Balestrini, le dictó la prisión preventiva. Para esta decisión habría sido fundamental la pericia psiquiátrica realizada a Diego que determinó que tenía "una vinculación de tanta conflictividad que hace previsible que se repitan hechos de violencia dada su relación patológica con la mujer".
En sus declaraciones en prisión, Diego relató que conoció a Mara "hace 4 años" en un conocido boliche de la zona de la Cañada y que se trató de una "relación eventual". Al quedar la mujer embarazada y luego nacer Rodrigo, tuvieron convivencia irregular.
La relación entre ellos fue de mal en peor hasta llegar a la tragedia en el local de masoterapia. Queda la sensación de que la Justicia pudo haber hecho algo para evitar la muerte de Rodriguito.