“El animal más triste del mundo”. Así fue rotulado Arturo, el único oso polar de la Argentina, que tiene 30 años y vive en el zoológico de Mendoza. El oso lleva una semana en estado de decaimiento. De acuerdo a lo que informó el cuerpo médico veterinario que lo atiende mostró “signos de decaimiento, disminución en su actividad física y apetito”.
El animal nació en el zoológico de Colorado, Estados Unidos en 1985, y es la quinta generación de ejemplares nacidos en cautiverio. Desde hace más de 20 años vive en el parque mendocino, y hasta el 2012 estuvo acompañado por la osa Pelusa, que ya murió.
Arturo se hizo conocido internacionalmente después la campaña a través de las redes sociales se buscaba trasladarlo a Canadá, un hábitat más adecuado para su especie que Mendoza, adonde las temperaturas de verano suelen trepar a los 40 grados.
Pero el traslado ponía en riesgo su vida, según determinó una junta médica, por lo que el animal se quedó en el zoológico argentino. El año pasado, Donald Moore, un experto internacional en osos polares, lo evaluó y dijo que el animal estaba "bien en lo físico y en cuanto a su salud mental” y que el hábitat en el que vivía era "positivo".
Pero algo parece haber cambiado para Arturo. La directora del zoo, Mariana Caram, dijo que se bien no quieren alarmar a nadie, están siguiendo de cerca su estado: "Preferimos que esté en su recinto para poder monitorearlo permanentemente y ver cómo evoluciona". Y agregó que si no mejora, le harán ecografías y radiografías para tener una idea más acabada del por qué de la sintomatología que presenta.