El crimen de Roberto Sabo conmocionó al país en noviembre del año pasado. El kiosquero fue asesinado por un ladrón que entró a asaltar su comercio ubicado en la localidad bonaerense de Ramos Mejía.
Tras una larga lucha de sus familiares y seres queridos, este martes culminó el juicio oral y el delincuente fue condenado a prisión perpetua por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 de La Matanza.
Leandro Daniel Suárez (30) recibió la pena máxima por el delito de "homicidio criminis cause con la participación de una menor de edad, robo calificado por el uso de arma de fuego y portación ilegal de arma de fuego de uso civil y de guerra". Además, los jueces lo declararon "reincidente", por lo que no podrá pedir la libertad condicional.
La sentencia coincidió como el pedido de la fiscalía y la querella. Una vez finalizado el veredicto, los hijos del kiosquero se fundieron en un abrazo con Fernando Burlando. Juntos, escucharon los fundamentos desde Puerto Madero y se mostraron satisfechos con el fallo, que le impuso la pena máxima al asesino.
"Por fin terminó todo este calvario, por fin vamos a poder dormir y estar un poco en paz", dijo a TN Nicolás, uno de los hijos de la víctima. Por su lado, Maia, madre de Sabo, afirmó desde el quiosco donde ocurrió el hecho que "se hizo justicia como debe ser".
Robo y crimen
El asesinato de Roberto Sabo ocurrió el 7 de noviembre de 2021 dentro de su negocio. Suárez, condenado este martes, ingresó al local junto a una cómplice de 15 años, quien no fue juzgada por ser inimputable debido a su edad.
Armados, intimidaron a Sabo y robaron 10 mil pesos. Antes de salir, el delincuente le disparó cuatro veces al kiosquero: dos alcanzaron la cara y los dos restantes, el tórax. La víctima falleció en el acto ahí adentro.
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Al salir del kiosco, y una vez consumado el crimen, el asaltante intimidó al remisero que lo había llevado hasta el lugar y le robó 6 mil pesos de la recaudación, el teléfono celular y el auto, en el que huyó con la adolescente.
En la huida, la pareja de ladrones chocó contra ur árbol. Bajaron y entraron a un supermercado simulando ser clientes para cambiar su vestimenta. Robaron una moto y las pertenencias a un repartidor, hasta que finalmente fueron detenidos en un operativo policial en Ramos Mejía.