La tarde del domingo fue distinta en el autódromo Juan Manuel Fangio de Rosario. Se corría la 11ª fecha del Turismo Nacional y la Policía Federal irrumpió con un operativo por una escandalosa causa sobre trata de personas que involucra a las más importantes categorías de automovilismo del país.
Dos personas fueron detenidas: una mujer que sería proxeneta y su chofer. Las sospechas indican que captan a promotoras y luego las obligan a prostituirse. Al mismo tiempo detuvieron a un importante empresario en su casa de country en Pilar, Buenos Aires, y lo imputaron por facilitación y promoción de la prostitución.
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Aseguran que la “prostitución VIP” se realiza de dos maneras. Por una parte montan prostíbulos en las ciudades donde tienen lugar las carreras. Por otra, un negocio sexual dentro del mismo predio del evento deportivo.
La investigación está a cargo del fiscal Franco Picardi junto con PROTEX (Procuraduría de Trata y Explotación de Personas). Durante el mismo domingo los especialistas entrevistaron al menos a 15 promotoras para conocer más sobre su realidad.
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Las hipótesis son graves: jóvenes vulnerables económicamente que son contratadas supuestamente para ser promotoras pero que terminan formando parte de una red de prostitución de donde es casi imposible escapar.
Otro detalle no menor es que los “clientes” no solo son los pilotos o profesionales del automovilismo, sino que hasta los espectadores.
La mujer detenida y presunta proxeneta tenía en su poder casi 120.000 pesos en efectivo y documentación de las jóvenes que estaban a su cargo.