Los tres hombres, que se apropiaron de lo ajeno en una farmacia de la localidad necochense de La Dulce, fueron apresados en la huida. No fue una tarea difícil para la Policía Bonaerense. Dos “descuidos” permitieron identificar a los ladrones que habían entrado a robar con las cabezas encapuchadas.
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El primer detalle que permitió dar con los ladrones fue que se fugaron en la camioneta del patrón de uno de los asaltantes. Al segundo lo protagonizó ese mismo empleado infiel que aportó el vehículo, al que se lo conoce como “el manco del pueblo”, porque no ocultó que le falta un brazo durante el asalto.
Los criminales fueron armados y con capuchas a la farmacia ubicada en calle 33 al 200. Maniataron a los dueños y se llevaron 43 mil pesos, 14 mil dólares, celulares, joyas y medicamentos.
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Con el botín en su poder partieron en una F-100 hacia el campo donde trabajaba el peón rural de una sola mano. El dependiente se dirigió a la estancia y le pidió a la dueña que lo acerque en su Toyota Hilux a Necochea debido a que "tenía una urgencia".
Según fuentes policiales, un testigo vio como los otros dos hombres se sumaron súbitamente al viaje de escape, obligando a la señora a conducir el rodado. Con los datos aportados, la policía armó un operativo cerrojo, atrapó a los ladrones y recuperó lo robado.
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