Es el protagonista de los tiroteos en la Galería Norte que faltaba. Habría originado la discusión que derivó primero en el ataque a balazos a su rival (el herido Matías García) y, luego, en la persecución en la que el Gordo Otto murió por los disparos policiales.
Mauricio "el Cheto" Gonzalez se presentó en la mañana de este lunes en el edificio de Tribunales II, diez días después de los tiroteos que conmocionaron el centro de Córdoba. En todo esto tiempo, la Policía lo buscó infructuosamente. Quedó detenido, imputado del delito de "lesiones graves".
Según González, la pelea se desencadenó por comentarios que la habría hecho el baleado García a su novia embarazada.
El entorno de González, de 23 años, asegura que la pelea se desencadenó por comentarios que la habría hecho el baleado García a su novia embarazada. Esa discusión derivó en la intervención del Gordo Otto, su hijo y otros allegados al hombre más influyente de Galería Norte.
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Entre cuatro increparon a García quien, tras algunos forcejeos con Otto, habría recibido los disparos de su hijo, Agustín Cortez, el otro detenido por este episodio.
Según los allegados del Cheto, el joven que se entregó tendría su propio local de celulares en Galería Norte, el centro comercial donde se reintroducce en el mercado buena parte de los aparatos robados en Córdoba. Afirman que su trabajo era independiente al de Otto, aunque claramente gozaba de su simpatía, ya que el fallecido y su entorno intervinieron en la discusión en defensa suya.
Los investigadores intentan dilucidar si la pelea original fue sólo por una cuestión "de celos", como declararon desde un primer momento los involucrados. Muchos entienden que también puede haber existido alguna diferencia comercial relacionada con sus actividades en el impiadoso y tristemente célebre mercado.
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