La situación del principal acusado por el secuestro y asesinato de Santiago Aguilera quedó más complicada este viernes. El juez federal Alejandro Sánchez Freytes le dictó la prisión preventiva luego de evaluar las pruebas que pesan en su contra y le trabó embargo por un millón de pesos sobre sus bienes.
Walter Gil (22), detenido desde el 18 de agosto, está sospechado de haber participado en toda la secuencia que terminó con la muerte del joven de 18 años. En tanto, desde la fiscalía a cargo de Enrique Senestrari señalaron que siguen analizando información obtenida en estos cuatro meses para dar con los otros responsables del brutal ataque.
Los hechos se sucedieron entre la noche del 16 de agosto, cuando la víctima salió de su domicilio en el paraje Cuchiras, en Las Tapias, y el domingo 21 cuando lo hallaron asesinado a golpes.
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En la resolución de este viernes, el juez consideró que "Gil habría coordinado un plan común con otro/s autor/es con el objeto de concretar las distintas fases del secuestro". Para el magistrado, el imputado participó en la sustracción, retención, ocultamiento y exigencia de rescate de Santiago Aguilera.
Los informes de las llamadas entre Gil y Aguilera, los mensajes de Whatsapp, filmaciones y testimonios comprometen al único detenido. "Es importante que se haya alcanzado el grado de probabilidad requerido para esta instancia del proceso", destacó en diálogo con ElDoce.tv el abogado querellante, Juan Manuel Aguirre Martínez.
Actitudes llamativas
El principal sospechoso era empleado del corralón de materiales para la construcción del padre de Santiago. Empleados del lugar y familiares de la víctima también complicaron la situación del detenido.
Gil había ingresado a trabajar allí en el mes de mayo. Sus compañeros advirtieron que en reiteradas ocasiones indagó sobre los bienes y el dinero de la actividad comercial de los Aguilera. Tenía conocimiento de gestiones con una compañía de seguro y habría sido un dato utilizado en los mensajes extorsivos enviados a la madre de la víctima.
El imputado había entablado una relación de "compinche" con Santiago, pero los padres de éste se oponían a tal vínculo. La noche en la que desapareció el joven de 18 años, el sospechoso lo invitó para salir a tomar algo.
Gil le pidió que no dijera nada de los mensajes, supuestamente para que no se enterara su novia. Sin embargo, los investigadores creen que utilizó esa artimaña intentando no dejar rastros del encuentro en el chat. Santiago le dijo que no podía juntarse porque al día siguiente tenía que ir al colegio, pero igual salió a esperarlo. Les dijo a sus padres que iba a verse con otro amigo, a pocas cuadras de distancia.
El acusado además borró las llamadas realizadas en ese momento a la víctima, pero las pericias técnicas terminaron descubriendo esas comunicaciones claves.
Un recorrido incriminador
En la investigación, se determinó que Gil buscó a Aguilera en su auto Peugeot 405. El vehículo tiene detalles de pintura en la chapa y quedó marcado de inmediato por los pesquisas cuando observaron imágenes de las cámaras de seguridad.
Una de las filmaciones quedó registrada en el corralón del padre de la víctima. Cuando pasó frente al local, el conductor apagó las luces, presumiblemente para que no reconocieran el coche.
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El recorrido que habría realizado Gil a bordo del Peugeot desde su domicilio hasta las cercanías del inmueble de Santiago la noche del 16 de agosto de 2022, guarda relación con los diálogos y comunicaciones telefónicas efectuadas por éste con el fin de encontrarse con el joven secuestrado.
El desplazamiento del imputado en su auto entre la noche del 16 y la madrugada del 17 de agosto, "coincide en todo momento con la ubicación del teléfono que utilizaba Santiago", detalló el juez en el fallo. A la vez señaló que "en el último trayecto Walter Ezequiel Gil no se habría conducido junto a Santiago Aguilera Allende, sino, solo con su celular".
Gil estuvo junto al celular de la víctima en tres lugares específicos de manera consecutiva: "Primero, en las proximidades del domicilio de Santiago donde lo fue a buscar; luego, en el sector de canteras en el que fue encontrado el cuerpo sin vida de Santiago; y, finalmente, en el sector del domicilio particular de Gil en la ciudad de Villa Dolores".
Junto a estos elementos que acreditan el "grado de probabilidad" del imputado, el juez consideró el riesgo de fuga o de entorpecimiento de la investigación para decidir que siga en prisión.