En una fiesta de egresados que parecía normal, ocurrió una situación espantosa. Todo sucedió en un boliche de Costanera Norte de Buenos Aires, llamado "Caix", en donde una muchacha de 20 años fue testigo de un abuso sexual a una menor de 15.
"Todavía no eran las 4 de la madrugada del sábado. 'Me muero de calor, salgamos un poco', me dice mi amigo. Este boliche tiene una parte de afuera muy grande con vista al río, pero hay una parte especial donde no da mucha luz y estaba todo oscuro. Pasamos caminando por ahí cuando escucho una especie de grito femenino que no llegaba a ser grito, como un grito ahogado", comenzó a relatar la testigo en Facebook.
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"Veo una chica, una nena. No pasaba el metro cincuenta, morocha y flaquita. No podía ni estar parada. Estaba rodeada de chicos, todos la doblaban en altura. Dos la sostenían de los brazos mientras uno la empujaba contra la pared, donde estaba otro chico; éste, desde atrás, le metía la mano adentro del short, mientras que el de adelante la tocaba por adentro de la remera (...) Veía como el chico de atrás con una mano la agarraba de la cintura y la otra la movía adentro del short, mientras que el de adelante cada vez le apretaba las tetas con más fuerza. Me dieron ganas de vomitar", escribió en la publicación que fue compartida miles de veces.
Los siguientes detalles son todavía más fuertes e indignantes. El relato continúa: "Empujé a 3 de los chicos que la sostenían y la agarré de la muñeca, tiré de ella para poder sacarla de ahí, pero el chico con la mano en su short no tenía muchas ganas de soltarla. Con mi mano en forma de puño junté toda la fuerza que tenía y le pegué en la cara al chico para que la suelte (...) Los cagones se fueron corriendo y los perdí de vista".
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Tras provocar que los abusadores suelten a la menor, la joven se encontró con un panorama terrible: la víctima le dijo que iba a segundo año del secundario. "No podía mantenerse parada. Se le doblaban las rodillas. '¿Pero quién te creés que sos?' -escucho atrás mío-. 'Es mi amiga, soltala'. Me di vuelta y otra chica de un metro cincuenta, pero rubio, me gritaba y empujaba. (...) '¿No viste lo que le estaban haciendo a tu amiga? Reaccioná, piba', le grité. 'Ella quiere', me dijo. Se me acerca otro metro cincuenta, esta vez varón. 'No la conozco mucho, la rubia es mi amiga, pero te digo algo: es re puta. No te pongas mal por lo que pasó'".
Pasados varios minutos de discusiones, la menor fue llevada a la enfermería del boliche por un seguridad. Por su parte, desde el boliche negaron que haya una denuncia sobre un abuso en esa noche, aunque reconocieron que alquilaron el lugar para una fiesta de egresados.