La familia de Ramón Maldonado (68), el remisero asesinado en James Craik, no sale de la conmoción. Tres adolescentes de 17, 14 y 13 años le pegaron y lo asfixiaron hasta matarlo para robarle la camioneta en una zona rural del departamento Tercero Arriba.
Su prima, Norma Gelabert, contó en Noticiero Doce que están viviendo “el dolor más grande” que les pudo haber tocado. Según reveló, Maldonado no necesitaba trabajar de remisero pero lo hacía para “no vivir ocioso” en su casa. “Lo hacía como una distracción”, comentó sobre la tarea que lo llevó a la muerte.
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Según dijo, si su primo no hubiera estado débil a causa del coronavirus se hubiera defendido. “Si hubiera estado en condiciones no les iba a resultar fácil lo que hicieron”, sostuvo Gelabert.
Dolor de madre
La mujer relató que la madre de Ramón Maldonado está atravesando días difíciles tras el crimen. “Tiene 90 años y está lúcida. Apoyada en el féretro llorando me dijo ‘me mataron a mi hijo’”, reveló. Y agregó que decidieron contarle la verdad porque sino se enteraría de otra manera en el pequeño pueblo donde viven.
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“Somos una familia muy unida. Antes veíamos todo esto por televisión y ahora nos tocó a la puerta”, se lamentó Gelabert.
Investigación
Tal como anticipó la fiscal Companys en Noticiero Doce, los asesinos menores de edad fueron trasladados a Córdoba el martes. Según confirmó a ElDoce.tv, “ya están alojados en el Complejo Esperanza”.
El joven de 17 años es el único punible y está imputado por el delito de homicidio de criminis causae, es decir, mata para ocultar otro delito. Será procesado en el Fuero de Menores. En tanto, los adolescentes de 14 y 13 años son inimputables y quedarán a disposición del juzgado de menores que tomará medidas tutelares.