Las horas pasaban y nada se sabía de José Leonardo Duveaux, de 62 años, un turista oriundo de Caseros, provincia de Buenos Aires, que junto a su hijo y un amigo estaban de travesía en el Cerro Champaquí.
Después de un intenso operativo de búsqueda con más de 50 bomberos, personal de DUAR y un helicópero, el hombre fue encontrado sano y salvo este martes en un sector conocido como Paraje Rolf, del lado del Valle de Traslasierra.
"Está entero, es una suerte", aseguró Leonardo Duveaux en diálogo con CNN Radio Córdoba. La última vez que vio a su papá fue el domingo a la mañana, cuando fue a pedir ayuda para que lo asistieran.
La odisea en el Cerro Champaquí
Leonardo indicó que es la cuarta vez que hacen el sendero de Traslasierra y también tienen experiencia en cerros de la provincia de Neuquén. "Son viajes que suelo hacer a la montaña para disfrutar de otra vida de la que ofrece la ciudad", indicó.
"En la marcha venía bien, tuvo un resbalón y le empezó a molestar la rodilla. Empeoró, ni siquiera los analgésicos lo calmaron. Se hizo muy cuesta arriba. Buscamos ayuda en el puesto Dominguez y ahí se nos complicó, todo iba para peor", recordó el hijo de José.
"Fue localizado en la bajada a San Javier, nada que ver a lo que teníamos planeado. El plan que habíamos trazado era que lleguen a Linderos. Cuando ví que no llegaban, vuelvo a la comisaría de Yacanto y hago la denuncia porque sabía que algo no había salido como lo planeamos", continuó Leonardo.
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Sobre la desaparición de su papá, a quien el grupo le pidió que esperara en la carpa, exclamó: "La separación del segundo grupo fue como un talón de Aquiles. No entendía cómo se habían vuelto a separar y dejarlo solo".
La noticia esperada
Leonardo Duveaux confesó que "temió por la vida de su papá". "Uno sabe teóricamente lo que está en juego, pero en la práctica hay una diferencia que es la realidad. Pensé que estaba como sereno, a pesar de la tensión que aumentaba con las horas, y cuando me dieron la noticia no estaba preparado para nada", agregó emocionado.
Además, destacó el trabajo de los rescatistas por la "eficacia, esfuerzo y calidez humana". "Solo tengo elogios y estoy abrumado por esta situación. Son increíbles a nivel profesional y personal", subrayó aún con la voz quebrada.
"Tuvimos suerte, el equipo de rescate tiene experiencia. Nosotros como amateur tenemos la posibilidad de mejorar para la próxima y aprender con un poco de benevolencia", reflexionó tras el accidente.
Por último, prometió volver pero descartó contratar un guía, aún sabiendo el riesgo que implica: "Estamos familiarizados, siempre surgen cosas nuevas en cada viaje y tratamos de limar asperezas".