En las últimas horas la Justicia ordenó la prisión preventiva para Guillermo Nicolás Arias (24) por considerarlo el principal sospechoso y estar imputado de homicidio calificado por uso de arma, agravado por la participación de un menor de edad. Es por el asesinato de Jorge “Coqui” Vaudagna, ex cura párroco de la localidad cordobesa de Vicuña Mackenna.
Hasta el momento se sabía que había sido un crimen con supuesta intención de robo y que los implicados lo balearon pese a que el religioso suplicó por su vida. Sin embargo, ahora se difundió un expediente que revela detalles de cómo fue la horrorosa noche del 27 de octubre de 2020.
Crimen brutal
Según resulta de la investigación, Arias y un menor de 14 años sorprendieron al cura a las 20:40 hs. cuando este llegó al Salón Parroquial de la Iglesia San José a bordo de su camioneta. Cuando abrió el garaje y guardó el auto aparecieron los dos acusados.
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Armados y “con fines de apoderarse de efectos y valores que la víctima tendría a su disposición”, ambos lo confrontaron y comenzó un forcejeo. Tras reducirlo, tanto Arias como el menor de edad “le propinaron a Vaudagna varios golpes en el rostro, presumiblemente utilizando sus puños como así también con la culata del arma de fuego”.
Luego la salvaje golpiza que dejó al religioso agonizando, lo tiraron al piso y lo maniataron. Allí fue cuando el cura empezó a rogar por su vida y a gritar pidiendo ayuda: para callarlo “presumiblemente Arias efectuó al menos tres disparos con una clara intención de darle muerte”, explica el expediente.
Los balazos le dieron en la parte superior del tórax y el cuello. Luego, tanto Arias como el adolescente de 14 años arrastraron el cuerpo hacia el otro lado de la camioneta para que no sea visto desde la vereda.
En ese momento arribó la Policía, que llegó alertada por el llamado de un vecino que escuchó los gritos. El menor de edad salió corriendo por el portón y el presunto asesino escapó saltando los techos. Ambos lograron huir, aunque fueron identificados horas más tarde.
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Para los investigadores está claro que fue un asesinato producto del fallido intento de robo. Tanto Arias como el implicado de 14 años declararon ante la fiscalía y negaron los hechos, pero la Justicia expuso pruebas firmes que ponen a ambos en la escena del crimen.
El arma que utilizaron para asesinar al cura fue una Bersa modelo 52 calibre 22. Los investigadores aún deben confirmar quién efectuó los disparos mortales.