Es el hombre que cubrió los casos delictivos más importantes de los últimos años en Argentina. Ricardo Canaletti, abogado y reconocido periodista de TN, contó en Seguimos en El Doce detalles de su nuevo libro “La muerte es lo de menos” de editorial Sudamericana.
En esa obra, el comunicador indaga sobre crímenes que ya pocos recuerdan. “La muerte es lo de menos. El título lo dice, hay historias que son dramáticas y melancólicas de las cuales la muerte es un elemento más y no es necesariamente lo principal. Incluso hay casos donde no hay muertes”, relató.
Canaletti ingresó al diario Clarín en 1986, donde fue editor jefe entre 1991 y 2008. Desde entonces hasta la actualidad se destaca en programas de televisión y radio con temas policiales y criminales. Es sin dudas uno de los periodistas de Argentina más leídos en esos temas.
El conductor del programa Cámara del Crimen por TN cubrió los casos delictivos más importantes de los últimos veinticinco años. “Uso mucho la ironía para contar historias. Puede ser hiriente, graciosa o te puede ayudar para pensar”, contó sobre su forma de trabajar. Además, aseguró que los hechos que más le impactan siempre tiene que ver con niños y con desaparecidos.
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En ese sentido, se refirió al caso del asesino y violador Roberto Carmona que, días atrás, intentó escaparse durante una salida transitoria en la ciudad de Córdoba. El hecho ocurrió en medio del partido de semifinal de Argentina contra Croacia y mientras huía mató a un taxista y chocó.
- ¿Seguiste de cerca el caso Carmona?
- Fui uno de los primeros en hablar de él en TN cuando no lo conocía nadie en la Capital Federal. Conozco el caso y pone en duda aquello de si la cárcel reforma. No reforma un carajo, es así. Académicamente, todas las personas son recuperables, pero si lo tengo que poner en práctica, te diría que no. Pero este ejemplo te demuestra que hay casos que no.
- ¿Por qué a la gente le atraen tantos estos casos?
- Como buenos latinos nos involucramos en las historias y tomamos parte de uno u otro personaje. Nos identificamos y el morbo es un elemento que atrae. Pero no hay que quedarse en eso, estas son historias de la condición humana. Quedarse en el morbo es desvirtuar el periodismo.