En un ataque de furia y descontrol, Guillermo Mesías provocó un baño de sangre en la casa de la calle Blas Pascal y Ruiz Moreno. Eran las 3 de la tarde del jueves, cuando se transformó en un feroz asesino. Tomó un cuchillo y le asestó varias puñaladas en el pecho a su madre, una mujer de 56 años de edad, que murió en el acto.
Tras cometer el matricidio, dejó el arma blanca debajo de la cabeza de su víctima y caminó hacia otra vivienda que estaba en el fondo del terreno. Agarró a su hija de 12 años de edad, la amenazó con un cuchillo y le prendió fuego a la casa.
Los vecinos escucharon los gritos desesperados de la menor y entraron. Uno intentó detenerlo pero recibió un puntazo en el cuerpo y huyó. En esa pelea, también agredió a la joven. Al ver lo que estaba pasando, los otros llamaron a la policía.
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En medio de ese dramático cuadro, llegó la ex mujer del criminal, una oficial de policía. Se trabó en lucha y también resultó herida. Recibió dos puntazos. Uno en el cuello y otro en el tórax.
Finalmente llegó un móvil con varios efectivos. Entraron a la casa del horror pero antes de atraparlo, el agresor se autoinflingió cortes en distintas partes del cuerpo.
El asesino tiene 35 años de edad. Ahora, está internado en el Hospital San Felipe con una fuerte custodia policial. En el lugar, también está internada su ex pareja.