Santiago tiene 48 años, ocho más que la expectativa de vida de un varón trans. Y tan solo 11 años viviendo su identidad como sujeto de derecho avalado por la Ley. Durante su niñez y adolescencia, no existían leyes ni normas sociales que él pudiera tener como referencia.
“Cuando uno está en su proceso de construcción identitaria también te atraviesan las décadas de cuando no existía un marco legal que legitimara o que de alguna manera dijera a las familias e instituciones 'sí, lo que está sintiendo y lo que vive es posta'”, explicó.
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Según lo que recuerda, una de sus primeras expresiones de identidad fue en el jardín de infantes a los 4 años. Le dijo a la señorita que su nombre era otro, que se llamaba Superman.
“Se patologizaba, llegaba el castigo, el encierro, la expulsión, las terapias de conversión y todo lo que venía asociado a reencauzar o volver al camino de lo que correspondía”, contó.
En abril de 2012 la situación cambió en Argentina. Se aprobó la Ley N° 26.743 de Identidad de Género, la cual permite que las personas trans (travestis, transexuales y transgéneros) sean inscriptas en sus documentos personales con el nombre y sexo que elijan.
“Es la Ley que nos hace sujeto de derechos desde entonces”, reflexionó. “Es la que hace que puedas mirarte en un marco de derechos humanos y que esa historia, la de hoy, y la que va a ser en un futuro sea tan legítima como la de cualquier persona”, aseguró.
En el mes del orgullo elige celebrar la vida, la paternidad y a las familias presentes. “Celebro haber tenido una comunidad afectiva que me trajo hasta acá”, sostuvo.
Una historia de construcción
Para Santiago ser quien es no fue sencillo. Recién a sus 23 años escuchó por primera vez el término transexual.
Cuando era adolesente recuerda que Sandra Mihanovich viajó a Villa Dolores. La cantante era una referente poderosa de la comunidad LGBTQ+ y Santi quería “decirle algo”. “El tema era qué decirle. ¿Que soy torta también? Yo en ese momento trabajaba en medios y era la chica del noticiero”, describió.
“¿Cómo le iba a decir que era Santiago, que era un varón? Yo no tenía la palabra trans, la palabra la conocí cuando vine a estudiar a Córdoba en los '90”, detalló.
Como muchas generaciones que se enfrentaron al mandato de trabajar o estudiar, Santiago tuvo que hacer su elección y en ella vio su salida. “Me quería ir de Villa Dolores porque sentía que había un techo de algo que no avanzaba y todo lo diferente seguía como cuando yo tenía 4 años”, recordó con tristeza.
Así fue como se vino a Córdoba, a una noche que describe como “difícil” porque la información "podías encontrarla a las 2 o 3 de la mañana en contextos inciertos". “Era tener que sobrevivir mientras uno buscaba dónde era, dónde aparecía lo que sentía, dónde estaba”, relató.
Sus preguntas seguían sin respuestas claras hasta que conoció a Mario Cabral, el reconocido activista por los derechos de las personas intersex y trans. Sin embargo, Santi no tenía idea de quién era. Se conocieron jugando al fútbol en el comedor de Ciudad Universitaria en el '98.
“Fue la primera persona que después de contarle lo que yo sentía me dijo 'Sos transgénero'”, contó. En ese momento no sabía de qué le hablaba, no conocía la palabra ni sabía lo que significaba. Actualmente trabaja para que ninguna persona tenga que pasar por lo mismo.
Santi forma parte de ”La Casita Trans”, un espacio para el acompañamiento comunitario de personas durante el proceso de transición de género.
“Lo que no fue para mí en aquel entonces tiene que ser por ellos, por ellas, por elles, por los más chiquitos”, afirmó.
“Y por las personas que aún no han encontrado la palabra o no han encontrado un lugar donde saber que tienen esos derechos, que lo que están viviendo es de verdad”, sostuvo.
Célebres es un ciclo de entrevistas realizadas por El Doce en el Teatro Comedia, con Mariano Cardarelli y la Agencia Circo, para celebrar el mes del orgullo en Argentina.