Un accidente doméstico conmocionó a la localidad de Saldán. Rufino, de dos años y medio, metió la mano en el secarropas sin tapa y la fuerza del electrodoméstico le amputó el brazo derecho a la altura del codo.
En el Hospital de Niños de la ciudad de Córdoba hicieron todo lo posible para reimplantarle el miembro lateral superior. Sin embargo, el cuerpo rechazó el implante y tuvieron que volver a amputárselo. Sigue internado en terapia intensiva.
Cómo fueron los primeros dramáticos minutos
En diálogo con El Doce, Diego Sassi, director de Salud de Saldán, detalló que llegó al dispensario de la localidad pasadas las 09.30 del miércoles. Escuchaba un llanto desesperado. Pero no había ningún paciente siendo atendido. Sin dudarlo, junto a un paramédico se dirigieron al barrio que está detrás del centro de atención primaria de la salud. Pero no podían seguir el rastro del grito.
Al volver al dispensario, un auto estacionaba al frente: de allí bajaban Rufino en brazos. Otra persona traía el bracito envuelto en un repasador. "Tenía una hemorragia del lado lateral derecho del miembro superior, por lo que se hizo un torniquete, se lo canalizó con doble vía y controló que tuviera los signos vitales", relató Sassi.
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Además, colocaron el miembro en una heladera con hielo para evitar que se contamine, no pierda las capacidades y pueda ser reinjertado. El paciente llegó consciente, pero debió ser estabilizado hemodinámicamente ya que estaba hipotenso. Al mismo tiempo asistieron a los padres que sufrieron una crisis de nervios. Rápidamente solicitaron una ambulancia y cama en el Hospital de Niños, donde fue sometido a una cirugía.
Sassi destacó el trabajo del médico Roberto Juri Nam, enfermeros y paramédicos, como así también la inmediata respuesta del Hospital de Niños.