Lucrecia Ñañez murió el 5 de junio de 2017 en el Hospital Regional Pasteur de Villa María. Tenía 15 años y algunos días antes había perdido su embarazo, que ya venía muy complicado.
En las últimas horas, y después de más de dos años de batalla, el fiscal René Bosio confirmó la imputación de seis médicos de ese centro de salud por mala praxis. Carina Gianinetto (36), madre de la víctima, y María Rosa Ramos (59), su abuela, se constituyeron como querellantes para buscar justicia.
Según indica la causa, la investigación demuestra que hubo impericia, imprudencia o negligencia por parte de al menos seis profesionales. Ese accionar derivó en la muerte de la adolescente.
Los detalles del caso fatal
Lucrecia tenía 15 años y había quedado embarazada producto de su relación con su novio. Desde un primer momento, y también debido a su corta edad, los médicos le dijeron que su embarazo era de riesgo, por lo que había dejado de asistir al colegio para poder cuidar su salud.
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En la madrugada del miércoles 31 de mayo de 2017 la joven sintió fuertes dolores y fue trasladada de urgencia en una ambulancia al Hospital Pasteur acompañada por su abuela. Sin embargo, los doctores le dijeron que estaba bien y que regrese a descansar a su casa, sin recetarle remedios ni estudios. Esa noche Lucrecia había sufrido un aborto espontáneo y no lo sabía.
Intranquila, su abuela decidió llevarla a la mañana siguiente a un centro médico privado, donde le realizaron una ecografía y descubrieron que había perdido el embarazo y que el feto estaba dentro de su cuerpo. Debían actuar con urgencia para evitar su muerte.
Lucrecia regresó al Pasteur, donde le realizaron estudios y se dieron cuenta de la gravedad de la situación. Le realizaron una cirugía (legrado) en su útero, pero su estado de salud ya era muy complicado.
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Pero lo que ocurrió después fue todavía peor. Según figura en la causa, el legrado no fue realizado de manera correcta y en su útero aún quedaron restos del feto. “Murió por una infección generalizada. Si la hubiesen atendido bien en un primer momento, le salvaban la vida”, aseguró Analía Paula Nícolli, la abogada de la familia.
“La enviaron otra vez a su casa sin darle ni siquiera antibióticos, pero estaba cada vez más grave. Volvió al hospital y le dijeron que le tenían que sacar el útero. La cirugía se hizo muy tarde”, agregó además Nícolli y contó que la adolescente entró en coma farmacológico antes de morir tras largos días de sufrimiento.
La familia ahora aguarda que se levante el secreto de sumario existente en la causa para poder pedir la inhabilitación de por vida para ejercer la profesión de los médicos culpables, ya que no tienen la certeza de que sean condenados a prisión debido a las características del caso.
Foto: Puntal Villa María
“Se presentaron como querellantes porque no quieren dinero. Solo quieren justicia, nadie les va a devolver a la nena”, relató además la abogada en diálogo con ElDoce.tv.