Dante Emiliano Aguirre fue condenado a cadena perpetua por el femicidio de Rosana del Valle Salinas, su expareja, ocurrido en 2016 en el paraje La Pampa, cerca de Ascochinga en el interior de Córdoba. Ocurrió durante un segundo juicio ya que en 2018 el femicida había recibido una pena de 22 años.
El fiscal Hugo Almirón hizo un pedido para anular parte de aquella primera sentencia y solicitar que el asesino volviera a ser juzgado, con la intención de que esta vez reciba la pena máxima. El Tribunal Superior de Justicia aceptó la medida y ahora la condena fue por “amenazas y homicidio calificado por el vínculo y por mediar violencia de género”, según detalló La Voz.
La contradicción radicó en que, en aquel juicio de 2018, los vecinos que actuaron como jurados populares aceptaron atenuar el castigo ya que consideraron que Dante Aguirre había sido blanco de burlas y humillaciones en el pueblo, debido a que Rosana lo dejó y le habría sido “infiel”.
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Esto ocurrió pese a que los jueces pedían la cadena perpetua y no estaban de acuerdo en bajar la pena, haciendo hincapié en la importancia de sancionar la violencia de género e implementar de manera correcta “los nuevos paradigmas”.
“En el primer fallo hubo prejuicios, porque el jurado popular por mayoría entendió que el hombre había sido estigmatizado y humillado en el pueblo porque ella tenía otra relación. Y consideraron eso un justificativo para atenuar la pena”, describió de forma crítica el fiscal Almirón al medio antes citado.
Sin embargo, en este nuevo juicio desarrollado en la Cámara 7ª del Crimen de la Ciudad de Córdoba, el pasado miércoles los nuevos jurados populares decidieron que correspondía cadena perpetua por femicidio.
El crimen y las amenazas previas
Rosana del Valle Salinas fue encontrada muerta cuando esperaba a su novio en una parada de colectivos del paraje La Pampa, departamento Totoral de la provincia de Córdoba. Quien la mató fue Dante Aguirre, su ex, que la golpeó y la apuñaló. El crimen ocurrió en la noche del viernes 28 de octubre de 2016.
Aguirre, en el banquillo. / Foto: La Voz
Según el testimonio de los familiares en aquel momento, cuando el hombre llegó a su casa intentó quitarse la vida y habría confesado que “se mandó una macana”. Pero desistió y huyó dejando a sus dos hijas al cuidado de una hermana, pero fue detenido horas después.
Salinas y Aguirre estaban en plena separación y la mujer estaba comenzando una nueva relación.
Antes de tomar la decisión de dejarlo, Rosana había denunciado al sujeto por violencia de género. El agresor tenía una orden de restricción de acercamiento.
Según se informó en la investigación, la mujer había denunciado que era amenazada de muerte. “Si algo les pasa a las chicas, o si te llego a ver con otra persona, te voy a cagar matando”, le había dicho días antes del crimen.
El femicida, hijo de un femicida
Julia Elena, prima de Rosana del Valle Salinas, también murió producto de un femicidio. Quien la asesinó en 2006 fue Jorge Aguirre, padre de Dante.
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Ambos crímenes fueron a puñaladas y en zonas muy cercanas. Julia también había denunciado a su agresor.
El padre de Dante Aguirre murió en la cárcel antes de ir a juicio.