La recuperación de Bianca y Luciana Fernández, las siamesas que estaban unidas a la altura de la pelvis y que fueron operadas el martes con la finalidad de separarlas, dio en la tarde de ayer un golpe que conmocionó a todo el Hospital Posadas, de Buenos Aires.
En especial, porque la intervención quirúrgica en sí fue éxito, tal como la calificaron los médicos, entonces muchos se habían unido a la esperanza de la familia de que las dos niñas pudieran sobreponerse a esta difícil prueba.
Pero pocas horas después, Bianca sufrió una falla hemodinámica irreversible que le puso fin a su vida y a la ilusión de quienes la acompañaban. Su madre, Paula Cecilia López, la despidió con la siguiente carta que publicó en Facebook.
La salud de Luciana
Continúa en estado crítico, internada en terapia intensiva y asistida por respirador mecánico, pero desde el hospital descataron que responde a la tarapéutica implementada.