Los datos del Observatorio de Argentinos por la Educación confirman una tendencia que parece presentarse como permanente en nuestro país: la educación está en profunda crisis.
Bajo el título Desgranamiento y aprendizajes desiguales: las dos caras de la misma moneda, el informe presenta datos que sorprendieron a los propios autores del trabajo: “A nivel nacional, de cada 100 estudiantes que comienzan la escuela en primer grado, solo 53 llegan al último año de la secundaria en el tiempo esperado, es decir, 12 años después. Apenas 16 de cada 100 terminan a tiempo y logran niveles satisfactorios de aprendizaje en Lengua y Matemática”.
El último dato es el más preocupante. Según Gabriela Catri, analista del observatorio y autora del informe, lo más interesante es el entrecruzamiento de datos entre la matrícula y las pruebas Aprender.
“El dato sólo (la cantidad de chicos que terminan en tiempo y forma los 12 años de escolaridad) no dice nada sobre si ese sistema educativo está funcionando”.
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Sin embargo, al cruzar esa información con los resultados que miden el desempeño escolar, surge el dato más alarmante: sólo 16 de cada 100 estudiantes terminan con niveles de aprendizajes satisfactorios o avanzados de lengua y matemática.
“Encontramos que 7 provincias argentinas no llegan ni siquiera a 10 de cada 100 y también encontramos que las mejores. Tienen niveles que son preocupantes”, explica Gabriela y agrega: “Nosotros trabajamos con datos educativos, estamos acostumbrados a ver datos educativos y la verdad que cuando vimos este cruce nos sorprendió incluso a nosotros, los números eran incluso peores de lo que imaginamos cuando empezamos la investigación”.
El informe, que puede leerse aquí en el sitio de Argentinos por la Educación, incluye datos de la trayectoria escolar de los alumnos que comenzaron en el año 2009 y finalizaron en el año 2020. Esto significa que en este informe aún no están registradas las consecuencias de la pandemia que dejó huellas profundas en la comunidad educativa.
Durante el trayecto escolar analizado, primer y segundo año del secundario registran el valor más alto en matrícula. A partir de ese momento el número va en descenso y lo que aumenta es la sobreedad escolar y el abandono. Los chicos se caen del sistema educativo.
El caso de Córdoba
Nuestra provincia siempre muestra números por encima del promedio nacional, tanto en matrícula como en resultados educativos. Sin embargo, son números buenos en un contexto paupérrimo nacional. Ser primeros o segundos no nos exime de ser parte de un problema grave en la educación argentina.