Detrás de un video en una red social hubo una noble intención. Joaquín, con apenas nueve años, se paró frente a una cámara para ayudar a su compañero Josué. Ese gesto, que al principio pensaron que era algo simple y pequeño, terminó generando cosas maravillosas en la vida de ambos.
En Arriba Córdoba siguieron cada capítulo de esta historia, que empezó en la ciudad de Arroyito, pero dejó una gran enseñanza a lo largo de toda la provincia. Por un lado, Josué consiguió los anteojos nuevos que necesitaba después de tener dos años unos atados con cinta y alambres.
Pero eso no fue todo. Mucha gente se sumó a la campaña solidaria de Joaquín y pudieron cubrirle otras necesidades como ropa, zapatillas y una mochila. Además, le cumplieron algunos sueños. “Le dieron una beca para que pueda asistir a una escuelita de fútbol”, contó Gabriel, papá de Joaco.
Una sorpresa para Joaco
Joaco también tuvo un final feliz. Él había donado sus ahorros que estaba juntando para ir a ver a Los Pumas, ya que no solo es fanático, sino que practica el deporte.
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Cuando La Unión Cordobesa de Rugby se enteró de toda la movida, se contactaron con su club. Sin que las entradas estén a la venta, le avisaron que su lugar está más que asegurado para ver el partido. No solo el de él, sino el de todos sus compañeros del equipo.
“El mismo dia que se viralizó este tema, desde su club en Arroyito nos hicieron conocer de la historia y la Unión le aviso al club que iban a tener las entradas a su disposición”, sostuvo el presidente de la organización, Gabriel Domínguez, en Arriba Córdoba. ¿Por qué el regalo?: “Lo entrenaron bien, lo entrenaron con valores”, expresó Domínguez.