"Estaban jugando los chicos con una bala que habían encontrado y limado. Fue sin querer". La frase pertenece al padre del adolescente de 17 años que agoniza en el Hospital de Urgencias, después de recibir un balazo en la cabeza, que salió de un arma que tenía su novia de 15.
Los adolescentes vivían juntos en un departamento ubicado en la parte posterior de la casa familiar en barrio Coronel Olmedo. La chica fue demorada pero quedó en libertad por ser menor de edad. Igualmente, está imputada por tentativa de homicidio agravado.
Sin embargo, todo indicaría que el disparo fue accidental. "No hubo discusión y no venían de una fiesta. Estaban por comer unas empanadas" aclaró el hombre en diálogo con Roxana Martínez en el móvil de Arriba Córdoba. Se trata de un comerciante, dueño de varias carnicerías, quien brindó su testimonio de espaldas porque la ley protege a los menores de edad.
El chico está muy grave ya que sufrió gravísimas lesiones como pérdida de masa encefálica. El drama ocurrió en la madrugada del domingo. Cuando llegó la policía, encontró al chico tirado en la vereda con la herida en su frente y a su novia en estado de shock. La adolescente les contó que ella le había disparado sin querer en la pieza y lo había sacado a la calle para pedir ayuda.
Su suegro niega que hayan encontrado droga y aclara que lo que había en la casa era bicarbornato con hojitas de coca. "Me han escrachado y es mentira. No era verdad que mi hijo se drogaba", señaló. Además, dijo que el arma estaba herrumbrada, parecía "de juguete" y no era peligrosa. La Policía informó que se trata de una pistola semiautomática Bayard 7.65 milímetros.