El detenido, Gustavo Marín, fue agredido apenas llegó al penal de Almafuerte. El joven está condenado a cinco años y medio por un robo agravado.
Además de los golpes, le tatuaron en la frente: "Soy fiel a La Yaqui" y sobre la nariz "La jefa".
El mensaje mafioso que le escribieron hace referencia a un soldadito de "Yaqui" Vargas (una mujer condenada por narcotráfico y también presa) y el ataque se produjo por familiares de un hombre asesinado por la banda que lidera la mujer narco.
Pero desde la dirección del Servicio Penitenciario aseguraron: "ninguno de nuestros trabajos de internos ni los que hace Inteligencia Criminal, nos dan la pauta de que Marín haya sido 'soldadito' de Yaqui. Bajo ningún punto de vista vamos a colocar a un preso en un pabellón en el que sabemos que tiene enemigos", según manifestaron.
El preso atacado tuvo que ser trasladado al hospital Central donde permanece internado.
El juez de Ejecución Penal, Sebastián Sarmiento, solicitó información al Servicio Penitenciario acerca del traslado de este preso y pidió la investigación del jefe y subjefe del penal.