Pasan los días y los testimonios son cada vez más terroríficos. Las denuncias por abuso sexual infantil formuladas contra sacerdotes y empleados del Instituto Antonio Próvolo se multiplican y provocan escalofríos.
El pasado viernes, familiares de las víctimas marcharon para pedir Justicia y apuntaron contra los sacerdotes Nicola Corradi (82) y Horacio Corbacho (55), un ex empleado, José Luis Ojeda (41), el monaguillo Jorge Bordón (55) y el jardinero, Armando Gómez (46).
Además, expresaron su dolor y pidieron que la investigación se extienda a todos los empleados y profesionales del establecimiento.
+ Las palabras desgarradoras de los padres y madres de los niños:
"Nos mintieron en la cara. Nos hacían firmar confiados y nos convencían de que el servicio era el mejor; que nuestros hijos estarían bien cuidados. Y miren lo que hicieron, manga de canallas", dijo Antonia Rojo, madre de un joven de 16 años a quien retiró del colegio después de llegar a su casa con una pierna quebrada.
"Lo que ha pasado duele en el alma; no hay condena que alcance para esos curas porque arruinaron la vida de esos chicos para siempre", expresó por su parte Elizabeth Moyano a Los Andes.
“Les quitaban los audífonos para que los chicos no escucharan las sesiones en las que había abusos”, precisó Claudia, otra madre.