Una mujer hizo una denuncia pública en su cuenta de Facebook por una presunta estafa en una parrilla en la localidad cordobesa de Casa Grande, en el norte del departamento Punilla. Publicó la factura con el detalle de las consumiciones y aseguró que “se quisieron aprovechar de nosotros por ser turistas”.
El domingo pasado, una familia de Córdoba Capital visitó un complejo turístico ubicado a la vera de la Ruta nacional 38 y luego decidió almorzar en un local gastronómico en Casa Grande. La sorpresa fue grande cuando el mozo llevó el ticket a la mesa y advirtieron que el total a pagar era 7.760 pesos.
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“Obvio que vimos la carta antes de sentarnos, pero los precios de la factura no coincidían con la carta y nos querían cobrar extras como 420 pesos por agregarle crema a los fideos y otros 200 por la crema del flan”, contó Florencia al medio La Estafeta.
Y agregó: “También nos decían que las milanesas no venían con papas, pero en la carta figuraba con fritas. Más allá de que el monto final era una locura, lo cierto es que había precios que no estaban especificados en la carta. Nosotros habíamos hecho un cálculo previo para pagar unos 1.200 por adulto y nos querían cobrar casi 2.000”.
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El almuerzo incluyó una variedad de comidas y bebidas que se detallaron en el ticket factura: una porción de papas fritas a 530 pesos; dos promociones de parrillada -“seis cortes”- a 1.160 pesos; dos empanadas a 260 pesos; un agua y una coca a 940 pesos; una cerveza Heineken a 820 pesos; dos napolitanas con fritas a 2.020 pesos; un plato de tallarines con crema a 950 pesos; un flan mixto a 460 pesos y dos palitos “bombón helado” a 620 pesos.
La familia reclamó al encargado del local y éste ofreció una carta para que revisaron los precios. Sin embargo, la denunciante afirmó que se trataba de una carta distinta a la que les entregaron cuando llegaron al lugar: “En plena discusión agarramos una carta que estaba en la mesa de unos chicos que recién se sentaban, para compararla con la que nos dio el encargado, y nos damos cuenta que tenía los precios que habíamos visto cuando pedimos la comida. Llegamos a la conclusión de que tenían dos cartas: una para cuando pedís y otra para cuando pagás”.
Los turistas decidieron pagar el almuerzo en base a los precios de la primera carta y finalmente abonaron 5.427 pesos. Aseguraron que realizarán la denuncia ante Defensa del Consumidor.