La situación que vive el mundo debido al coronavirus a veces también deja lugar para mostrar historias de solidaridad que emocionan. Esta ocurre en Laboulaye, en el sudeste de la provincia de Córdoba.
Bautista Bustos tiene apenas 15 años. Su hermana tenía 32, pero murió el año pasado a raíz de una fuerte neumonía que le quitó la vida en apenas un par de días.
Cuando la joven falleció, además de descubrir que estaba embarazada de algunas pocas semanas, se enteraron de que había sacado un seguro de vida y lo había puesto a nombre de sus dos hermanos: siempre fueron una familia muy unida.
A su corta edad, Bautista decidió utilizar el dinero para comprar una impresora 3D y con ella diseñar objetos que le permitan recordarla.
El destino hizo que ahora, en medio de la pandemia, el adolescente utilice esa impresora para crear insumos para ayudar a los profesionales de la salud que día a día trabajan para combatir al coronavirus, que justamente provoca casos de neumonía como el que mató a su hermana.
+ VIDEO: Bautista habló con El Show del Lagarto:
+ MIRÁ MÁS: Dolor en la familia de la docente fallecida
Hasta el momento, Bautista y su grupo (que incluye profesores de su colegio) llevan donadas unas 130 máscaras al hospital de Laboulaye. Y ya están recibiendo pedidos de instituciones públicas.
Lo cierto es que, ante la falta de barbijos quirúrgicos, las máscaras de tipo soldador que crean con las impresoras 3D son fundamentales para proteger la boca, nariz y ojos de médicos y enfermeros que están expuestos al COVID-19.
Bautista le contó a El Show del Lagarto que cada máscara lleva entre 2 y 3 horas de realización y que, aunque a veces se dificulta conseguir la materia prima, hasta el momento se las ingenian para poder seguir colaborando.