Desesperación e impotencia. La abuela ya no sabía más qué hacer para evitar que sus nietas, de 7 y 8 años, sean violadas por su hijo de 56 años. Cuando se enteró de lo que les hacía a las niñas, no dudó en realizad la denuncia. Pero cansada de no recibir respuestas por parte de la Justicia, comenzó a darle pastillas anticonceptivas para evitar un mal mayor: que quedaran embarazadas.
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El hombre era el tío de las chicas y vivía en la misma casa, porque su madre las criaba. Con el tiempo, ese lugar se convirtió en un verdadero infierno. El calvario comenzó hace varios años, cuando las abusaba sexualmente en las madrugadas. Hasta que la mujer las cambió de cama para evitar que siga haciendo semejante vejación.
Sin embargo, el agresor se las ingenió para continuar violándolas. Cuando las hermanitas crecieron, él las esperaba camino a la escuela, las secuestraba y se las llevaba a un monte. Además, las amenazaba con un cuchillo para que no se fueran de la vivienda. En ese lugar, solía violar a la hermana mayor delante de la más chica.
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Finalmente se hizo Justicia y la jueza de Control y Garantías de Anatuya, Gladys Liliana Lami, dictó la prisión preventiva del agresor oriundo de la localidad santiagueña de General Taboada. Está acusado del delito de "abuso sexual con acceso carnal reiterado en concurso real" y "abuso sexual en grado de tentativa", en el caso de una de las niñas.