Desde las calles de Rosario y al lado de sus escobas Dario Giusepponi compartió su historia de superación con Noticiero Doce. El barrendero de 37 años se recibió hace semanas de médico, después de más de una década de sacrificios.
“En 2011 decidí anotarme en la carrera, con 27 años. Algunos me apoyaban, otros decían que estaba grande”, comentó. En ese entonces, ya llevaba poco más de dos años trabajando como recolector de residuos en la ciudad santafesina.
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“Lo que más acorté fue mi vida social: estuve encerrado estudiando muchos fines de semana, evité juntadas y cuando iba me volvía temprano”, indicó en referencia al esfuerzo que tuvo que hacer. Y agregó: “Después de los 30 te pesa distinto, cuando tenía parciales o finales por ahí dormía 3 o 4 horas por día. Pero necesitaba una semana para recuperarme”.
Aunque confesó que en más de una ocasión pensó en abandonar nunca bajó los brazos. Destacó que recibió el apoyo de sus compañeros de trabajo, que siempre se mostraron predispuestos a cubrirlo para que pudiera presentarse.
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En esa línea, mencionó la alegría de todos al enterarse que le quedaba una sola materia para conseguir el título. “Sentían que era un logro compartido”, dijo e indicó que eso hizo que muchos se entusiasmaron con la idea de retomar sus estudios.
Mensaje de fin de año
Giusepponi aseveró que siempre se vio dentro de un hospital y remarcó que saber que en 2023 podrá hacerlo lo llena de ilusión.
“Hay gente que me dice 'che, pero vas a ganar más como barrendero que como médico'. La verdad que eso no lo sé pero no hago medicina por la plata sino porque me gusta”, sostuvo.
Y cerró permitiendose un consejo: “Buscá lo que te gusta y hacelo. La vida es corta y yo creo que hay que aprovecharla”.