El 17 de mayo de 2021, Alan Amoedo, con 2,7 grados de alcohol en sangre y restos de cocaína en su organismo, perdió el control de su auto en avenida Circunvalación y asesinó a Sol Viñolo y Agustín Burgos.
Fernanda Guardia se salvó de la muerte pero sufrió secuelas gravísimas: perdió la posibilidad de caminar y sigue luchando para sobrellevar las secuelas. En el lugar del accidente, reiteró su pedido para que la Justicia eleve la imputación del conductor borracho, que sigue libre por decisión del fiscal Tomás Casas.
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"Entró en esta parte del pasto y nos llevó puestos. Matando a Sol, matando a Agus, y a mí me dejó en silla de ruedas. Todavía no me termino de recuperar, tengo un montón de tratamientos, antibióticos y tareas de hacer con mi cuerpo. Me siento totalmente abandonada por la Justicia, por el Estado, por la Provincia y el municipio, por todas las entidades. Nadie se responsabiliza", lamentó la víctima en Noticiero Doce.
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"Tengo que ir al hospital todas las semanas, sacarme sangre, pensando en mi futuro, en qué voy a trabajar y hacer las cosas... y el tipo este nada. Y la Justicia avala eso", subrayó.
También en el lugar del hecho, el padre de Sol Viñolo remarcó la importancia de que la imputación cambie y no sea por "homicidio culposo". "Acá hubo dolo. Queremos que la carátula sea tomada como dolo", dijo Carlos, que recordó que en la pericia oficial de la causa se confirmó que Amoedo podía comprender la "criminalidad de sus actos".