Siete días de fuego intenso. El norte cordobés quedó devastado. El paisaje se cubrió de cenizas después de que las llamas arrasaran con fuerza todo lo que tenían a su paso.
Miles de hectáreas se quemaron, incluso murieron animales y otros se quemaron vivos. También hubo que lamentar tres víctimas: Didier Jesús (27) y Namir Cáceres (21), dos hermanos alcanzados por las llamas cuando viajaban por la Ruta Nacional 9, y Miguel Armas de 48 años.
El director de Defensa Civil de la Provincia de Córdoba, Diego Concha, informó que ya no quedan frentes activos. Sin embargo, no descartan que las condiciones meteorológicas provoquen el reinicio de algunos focos.
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En medio de este drama, Noemí Iturre, una vecina de Córdoba que nació en el norte de la provincia inició una campaña solidaria para recolectar desde agua, elementos de higiene y sanitarios hasta alimentos para ayudar a los habitantes de la zona que lo perdieron todo.
“Ver estas imágenes me destruyen, quiero salir a ayudar”, expresó entre llantos en diálogo con Telenoche. Con dinero de su bolsillo, realizó algunas compras, pero hizo un llamado a la solidaridad. “Nací, me crié allá. Es mi pueblo, mi raíz. Lamento mucho lo que está pasando”, agregó conmovida.
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El pedido desesperado
Desesperada, Iturre se dirigió al gobernador, Juan Schiaretti, para solicitar ayuda. “Si me está escuchando, por favor, que mande camiones con agua”, pidió.
Al tiempo que aseguró que la gente no necesita dinero, insistió que falta agua, el elemento más esencial. No solo para sofocar los incendios, sino también para hidratar a los animales y todos los habitantes.
“Por favor, cosas para curaciones, necesitan los camiones con agua. No hay agua. Señor gobernador, ayúdeme, por favor”, imploró profundamente dolida.
El fuego se llevó un amigo
Miguel Armas (48) fue encontrado sin vida el domingo cerca de Sebastián Elcano. Huía del avance de las llamas en medio del campo.
Noemí y su familia lo conocían. Aún no encuentra palabras para explicar semejante decenlase. "Muy amigo de mis tíos, mío, le decíamos el Chueco", recordó.
"Volvía de trabajar y se encerró con su auto. No pudo escapar del las llamas. Una gran persona", agregó.
La fuerza que la impulsa a ayudar
La mujer, atravesada por el dolor, detalló que es familiar de Santiago Orellano, el adolescente de 18 años asesinado en agosto del 2020 cuando fue con sus amigos a ver un partido de fútbol en barrio Comercial.
"Este motor me sale después de una pérdida grande que he tenido", comenzó diciendo. "Eso me hace no detenerme, a seguir ayudando a mi norte cordobés, a mi familia, a todos esos amigos, a los Bomberos Voluntarios que están en la nada", sentenció.