Durante el último fin de semana dos niños murieron ahogados en la provincia de Córdoba. En ambos casos, las víctimas cayeron a una pileta durante un descuido de sus padres.
La primera fatalidad ocurrió en la localidad de Tanti. Tras el accidente, sus familiares acudieron a un destacamento policial en donde las autoridades le realizaron técnicas de reanimación pero no pudieron salvarlo.
El otro menor falleció en la casa de sus abuelos ubicada en el barrio Parque Don Bosco, de la capital provincial. En este caso, paramédicos también intentaron asistirlo pero tampoco pudieron salvarlo.
Las tragedias se suman al ahogamiento de una nena de nueve años que tuvo lugar en el balneario El Fantasio, de Carlos Paz, hace dos semanas. La menor fue trasladada al Hospital Infantil de Córdoba y sigue internada en terapia intensiva.
Recomendaciones para evitar accidentes
A raíz de todos estos incidentes, desde el Ministerio de Salud de Córdoba difundieron una serie de consejos para evitar accidentes domésticos de esta índole. Los principales puntos se resumen a continuación:
1. Cualquier fuente de agua es peligrosa: Marcelo Argüello, emergentólogo pediatra y director del Hospital Materno Neonatal, señaló que aunque muchos creen que los pequeños sólo pueden ahogarse en piletas, ríos, mares o lagos las pelopinchos o palanganas también representan un riesgo.
Para evitar problemas, se sugiere inspeccionar su profundidad y vaciar los recipientes cuando no se estén usando. La supervisión debe maximizarse en el caso de menores con epilepsia o convulsiones de otro tipo (independientemente de su edad).
2. Cercar piletas: Según lo establecido por la Sociedad Argentina de Pediatría, se aconseja rodear las piscinas con un cerco completo de al menos un metro de alto. Además de mantenerlo cerrado, los adultos no tienen que dejar sillas cerca para que los niños no las usen para treparse.
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Tampoco hay que dejar juguetes en la pileta que les llamen la atención y es importante transmitir a toda la familia que está prohibido correr alrededor porque las superficies suelen estar mojadas y se tornan resbaladizas.
3. No depositar demasiada confianza en flotadores: En los casos de los niños que no sepan nadar, no se debe confiar completamente en los flotadores, ya que pueden pincharse o tener pérdidas de aire. Además, no siempre son eficaces para sostener la cabeza de los nenes.
Por eso, no pueden reemplazar a la supervisión adulta. Además, desde Salud destacaron que los más seguros son chalecos.
4. Menores de dos años deben evitar masas de agua naturales: En ríos, lagos o mares los niños lo mejor es que los niños permanezcan sólo en la orilla y sujetos en todo momento por una persona adulta. También es necesario inculcar el respeto a las indicaciones de los guardavidas.
5. Aprender maniobras de reanimación: Argüello subrayó que las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) son “la clave en la posibilidad de sobrevida de estas niñas y niños tan pequeños”. En esa línea, indicó que cuánto antes se administren menores son las probabilidades de muerte o de secuelas.