Aún atormentado por la tragedia, el deportista habló con los medios tucumanos para dar su versión de los hechos. "Vi que Natalia no estaba enganchada, atiné a agarrarla lo más que pude, pero cayó", indicó.
Horas después de mantener un tenso encuentro con el padre de la médica, Salazar recordó los momentos previos a la caída. "Estábamos volando y en un momento ella se da cuenta de que no estaba enganchada y comenzó a desesperarse. Yo intenté tranquilizarla, porque pensaba que estaba mal sentada. Cuando traté de ayudarla me di cuenta", dijo con la voz entrecortada.
Con estos dichos quedó descartada la versión del supuesto ataque de pánico que habría sufrido Natalia en pleno vuelo. “ Lo que quiero aclarar es que esto no sucedió porque ella haya tenido un ataque de pánico, sino que ella tuvo mucho miedo y se desesperó cuando vio que no estaba enganchada", indicó.
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Además, asumió la responsabilidad de la tragedia y reconoció que pudo haber “un momento de distracción” cuando armó el equipo.
Mientras se preparaban, la médica le habría pedido hablar con una amiga de Alemania que la estaba mirándo. "Ese fue un momento de distracción de mi rutina, pero para mí estaba totalmente enganchada. Para mí sí le puse la pernera, no entiendo en qué momento se pudieron haber soltado".
Sobre la reunión con el padre de Natalia, el instructor contó que fue una "la charla fue dentro de todo tranquila, una conversación necesaria para ambos".