Eran las 19 del domingo. Heber Cuello regresaba en auto de unas carreras de barrio Guiñazú. Se dirigía a su casa, en barrio Palmar, cuando cuatro ladrones a bordo de dos motos lo encerraron. Su vida corrió peligro.
En ese momento, aceleró para perderlos de vista, pero fue en vano. Comenzó la persecución: uno de los ladrones se acercó a la ventanilla y lo amenazó con un arma. “Vienen por detrás del auto, se me acerca uno y me apunta en el vidrio diciéndome que me tire para el costado”, relató a Noticiero Doce.
En ningún momento frenaron, todo sucedía mientras iban andando. Después de hacer algunos metros, perdió el control del vehículo tras pisar una piedra. Se fue contra una canaleta y dio varios tumbos, según indicó fueron ocho en total.
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Aún los delincuentes lo perseguían. El auto terminó dado vuelta y fue ahí cuando le robaron el celular. Heber se salvó de milagro porque llevaba puesto el cinturón de seguridad. Solo sufrió algunas quemaduras por la fricción del cinturón y su piel.
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