“Esto es una semana de vida que me queda. Una semana. ¿Qué le digo a mi esposa, a mis hijos?”. Con una mezcla de indignación y angustia, Sebastián Fernández Cambra pronunció estas palabras mientras sostenía con su mano izquierda una caja de micofenolato mofetilo, el medicamento del que su vida depende.
Como para tantas otras personas, la pandemia marcó un antes y un después para el farmacéutico de 52 años. Estuvo 110 días internado en la sala de terapia intensiva del Instituto Modelo de Cardiología tras contraer coronavirus. Cuando salió, tenía 30 kilos menos, no podía caminar y necesitaba de un tubo de oxígeno para respirar.
La enfermedad le dejó fibrosis pulmonar. “Lo que pasa con mi cuerpo en particular es que mis propios pulmones son rechazados por el organismo, exactamente como le puede pasar a un trasplantado”, explicó.
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Un problema que otros sufren
Cambra comentó que el desabastecimiento de este medicamento ocurrió “de pronto”. “En una semana, Argentina se quedó sin este producto”, dijo.
En esa línea, aclaró que a diferencia de otros casos su problema no está relacionado a su Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (ART), sino que se trata de un faltante generalizado. En esa línea, apuntó contra el Gobierno nacional: “Solo les interesa ganar las elecciones. La gente, la medicina, no le interesan. Hoy faltan medicamentos para vivir”.
+ El medicamento que busca desesperadamente
“No es como el combustible que de pronto puede bajar, y hacemos la cola y vamos cargando. Yo me quedo sin esto y no puedo vivir. No sé, por ahí esto se solucione en un mes, pero yo en un mes ya no estoy”, agregó.
La solidaridad de los cordobeses
A raíz del informe realizado por Telenoche, muchas personas se comunicaron con la producción del noticiero para ofrecerle las cajas de medicamento con las que cuentan. El Colegio de Farmacéuticos de Córdoba también se puso a disposición de Cambra para tratar de brindarle una solución.