La noticia se conoció este mes cuando se presentaron los descubrimientos e investigaciones en el área de "cuerpos menores" de las ciencias planetarias. Allí fueron publicadas las nuevas nomenclaturas: se trata de 30 nombramientos, entre las que se encuentra Guippone, que aparecen en una circular del Minor Planet Center.
El joven científico, que en los últimos años se especializó en el análisis de la técnica de detección de exoplanetas y el estudio de resonacia coorbital, se mostró conmovido por la noticia. "Estoy emocionado. Significa una importante valoración por parte de la comunidad internacional y representa también un paso a la inmortalidad, siempre que el asteroide no cambie bruscamente su órbita... es decir, con la naturaleza uno nunca sabe cuándo pueden acontecer eventos fortuitos”, manifestó.
La sugerencia de los nombres que serían elegidos para nombrar los asteriodes surgió del comité científico organizador. Los jóvenes investigadores elegidos han hecho alguna contribución importante y son considerados líderes en el futuro en sus áreas de investigación.
Los asteroides, compuestos de minerales y roca, son cuerpos menores que los planetas y giran alrededor del Sol. En su gran mayoría, se ubican en órbitas entre Marte y Júpiter, y algunos de ellos están pasando próximos a la Tierra.
El Asteroide 10267, que desde ahora se llama Giuppone, fue descubierto en 1978 en el Observaorio del El Palomar y tiene un tamaño de 6 km de diámetro. Se encuentra a unos 423 millones de kilómetros del Sol, es decir, 2.83 veces la distancia media entre la Tierra y el Sol.
Este es el tercer asteroide que recibe el nombre de un astrónomo del Observatorio de Córdoba. Los otros son el 17858 Beauge, nombrado Cristián Beaugé, y el 6810, Clariá, por el astrónomo Juan Clariá.