En la casa de la calle Echeverría, los propietarios vivieron horas dramáticas. Cayeron en las manos de tres precoces malvivientes descontrolados.
Entraron por el garaje, aprovechando que la mujer abrió la puerta para sacar su auto, en la mañana de este viernes. El dueño de casa, un expolicía, les advirtió: “Me tienen que matar, antes que toquen a mi familia”.
Pero nada les importó, en el interior de la casa, sacaron sus armas de fuego y comenzaron las amenazas, para que entreguen dinero y joyas.
El hombre intentó calmarlos, pero fue imposible. En un momento, les pidió que no asusten a sus hijas, porque una de ellas estaba con su bebé. Tampoco lo escucharon y fueron por más.
Mirá el tremendo momento que le hicieron vivir a la familia.
Esta vez los vecinos la sacaron barata y nadie resultó herido, pero el expolicía se quedó con mucha bronca.