Se le quedó enganchado en una púa de las que protegen los muros de la casa ubicada en la calle Chacra 135. Lo encontró el dueño de la vivienda cuando regresó con su familia y se dio cuenta del robo.
Sorprendido por el horrible hallazgo, avisó a la policía. Los uniformados iniciaron la investigación y lo primero que hicieron fue consultar en los centros médicos de la zona. Así, rápidamente pudieron constatar que el ladrón herido fue atendido en la guardia del Hospital René Favaloro. “Entró una persona joven de 19 años de edad con una fuerte hemorragia. Como era un caso complejo lo derivamos al Hospital Escuela”, contó el jefe de la guardia.
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En ese hospital, le practicaron las curaciones del caso y le dieron el alta. Cuando llegó la policía ya se había retirado. En la recepción, dio su identidad verdadera que luego constataron los investigadores al tomar las huellas dactilares del dedo que quedó en las púas.
Los médicos que lo atendieron creen que llevaba puesto una anillo en el dedo amputado por la forma de la herida que le quedó. Al saltar con la garrafa, se le enganchó y tuvo el horrible accidente.