"Quieren que aparezca muerto". Silvio Adrián Canciani, condenado a cinco años por tentativa de robo agravado por el uso de arma, está convencido de que lo intentan asesinar en la cárcel de Ezeiza.
El detenido teme por su vida desde que en 2012 denunció a Sergio Speroni, un guardiacárcel, por violación. "Tres guardias me atacaron. Uno de ellos me metió un palo en el ano", le dijo Canciani a BigBang.
"Sangraba, estaba por morirme, pero los médicos no querían atenderme. Me agredieron porque no quise pelearme con otro interno ni salir a robar para ellos", recordó, y advirtió que "si me pasa algo es porque fueron ellos".
Stella Maris, esposa del condenado, remarcó que el acusado de violarlo es el que reparte la comida: "Hace dos meses, mi marido comenzó a sangrar. Estoy segura de que le dieron comida envenenada". Ahora, pidieron que sea trasladado a la cárcel de Devoto.
Detalles del horror. Por su parte, el sitio fiscales.gob.ar da su versión de la violación a Canciani: "Luego de esposarlo, lo obligaron a desnudarse y comenzaron a golpearlo. Un agente, aún no identificado, le pisó las costillas y le arrancó parte de cuero cabelludo".
Fotos: el preso (arriba) y el guardiacárcel (abajo) que se enfrentarán en el juicio.