Una situación de película vivieron una mujer y su nieta durante un asalto en Barrio Liceo Sección III. Después de que cinco ladrones armados sorprendan a una familia en una entradera, uno de los delincuentes escapó en el auto robado.
La situación, repetida día a día en distintos asaltos, tuvo un detalle tan particular como dramático. En el asiento trasero del auto que se llevó el delincuente quedaron la madre de la dueña de la casa asaltada y su pequeña nieta de siete años.
"Mi nieta estaba desesperada, llorando y gritando. Yo la abracé y traté de tranquilizar al ladrón", contó Eugenia, que terminó con las rodillas "hecha bolsa"y varios golpes. "La nena tiene el ojo todo morado", detalló.
Aunque la familia toma todas las precauciones a la hora de entrar el auto, nada le parece capaz de evitar a los ladrones. "Es de terror. Ya no sabemos qué hacer, está muy inseguro el barrio", lamentó Eugenia.
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