La comisaría de Estación Juárez Celman funcionaba como una agencia de motos usadas. Tras los secuestros, algunos ilegales y sin dejar registros, vendían los vehículos a terceros o les pedían coimas a sus dueños (cuyo monto era menor al de las multas) para poder retirarlos.
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El hecho se conoció luego de que, en julio de 2018, un hombre denunciara que un policía le había pedido 2.500 pesos para retirar su moto sin pagar la multa que le habían labrado.
Su denuncia motivó una investigación que derivó en una condena: la semana pasada, el suboficial Alexis Mario Magnano recibió una pena de dos años y 10 meses de prisión por parte de la Cámara Cuarta del Crimen de Córdoba. El efectivo aceptó los cargos y, como ya había estado detenido un año, quedó en libertad.
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Hay otros cuatro policías imputados.
En Estación Juárez Celman, El Doce pudo conversar con dos familiares de otra víctima que se animó a denunciar. Se trata de un hombre que vio su propia moto, que había sido secuestrada, siendo manejada por un menor de edad en su mismo barrio. Como no había podido pagar la multa, los policías la habían vendido.
Como si fuera poco, la víctima recibió amenazas de muerte por parte de un uniformado.
+ El testimonio de las víctimas en Noticiero Doce:
Myrian Prunotto, la intendenta de la localidad ubicada a pocos kilómetros de la ciudad de Córdoba, destacó el accionar del jefe de la Departamental Colón que "removió a toda la comisaría de Juárez Celman".
"Los inspectores municipales hacemos los operativos en conjunto con la Policía. La Municipalidad labra el acta y genera la multa. Después las motos se entregan a la Policía, y eso ya escapa a nuestro control. Iniciamos un sumario administrativo en la Municipalidad y comprobamos que se había hecho todo como corresponde", aclaró Prunotto a El Doce.