María Teresa de la Vega, de 63 años, falleció en la tarde del lunes en el denominado Paso Los Libertadores, el lado chileno de la Aduana que une al país trasandino con la Argentina.
La mujer, oriunda de San Juan, esperara junto a su marido y una hija en el auto cuando comenzó a sentirse mal y se descompensó. Según los medios chilenos, la víctima recibió los primeros auxilios en el lugar pero no lograron reanimarla. Aún no se confirmó la causa exacta de su muerte.
Con alrededor de 10 mil vehículos por día y más de 10 horas de demora, el cruce de la Cordillera de los Andes por parte de los turistas argentinos se ha transformado en una odisea, en los primeros días de enero.
Con la muerte de la mujer, se repitieron las quejas sobre las pocas cabinas de atención y la falta de servicios esenciales. "Hay una falta de respeto hacia los viajeros, como si la frontera fuera entre países en conflicto. Hemos visto a personas descompuestas y no contar con una ambulancia para traslados", señaló Andrea Monti, una joven mendocina.