Los ocho rugbiers detenidos acusados de asesinar a Fernando Báez Sosa, fueron a declarar ante la fiscal Verónica Zamboni.
Del total de los imputados hablaron cinco y tres prefirieron no decir nada. En el caso de Luciano “Chano” Pertossi, hermano de Ciro y primo de Lucas, se sentó frente a la fiscal y el juez David Mancinelli y denunció maltratos dentro de la sede judicial.
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El menor de los Pertossi fue el último en declarar, por lo que debió esperar varias horas y cuando le llegó su turno dijo que no iba a hablar por sentirse “aturdido” por el tiempo transcurrido y, sobre todo, por las condiciones en las que lo hicieron esperar.
“No voy a declarar pero quiero dejar constancia que vine con la intención de declarar. Estoy despierto desde las 5 de la madrugada y esposado desde las 5.30. Llevo doce horas esposado con las manos atrás y diez horas tirado en el piso en la fiscalía. Sin comer. Me duele la cabeza, estoy aturdido”, es lo que dice el documento de declaración al que pudo acceder Infobae.
Los ochos rugbiers vienen quejándose de las condiciones en las que viven dentro de la cárcel, además de denunciar amenazas por parte de los otros presos. Por lo que su defensa intenta conseguir la prisión domiciliaria para los ocho.