La población de General Rodríguez, en el Gran Buenos Aires, no sale de la conmoción por el crimen de Domiciano Isolini (50). El hombre fue asesinado en una plaza y frente a su nieta, con quien había salido el domingo para celebrar el Día de las Infancias.
Gonzalo Joel Taborda, de 20 años, lo apuñaló en medio del pecho y lo mató con decenas de personas como testigos.
Todo ocurrió tras la discusión por la venta de un auto. Según pudo averiguar Clarín, Isolini, que era padre de cinco hijos, tenía a la venta un Chevrolet Corsa modelo 2007 en $140.000 pesos.
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Taborda, conocido de la familia de la víctima, se mostró interesado pero no tenía todo el dinero. "El auto estaba en condiciones pero había que arreglarlo. Como a él lo conocemos desde bebé, mi papá lo quiso ayudar y se lo entregó por $80.000. Quedaron en que se lo iba a terminar de pagar en cuotas", relató Soledad Isolini, hija del fallecido.
La transacción se concretó la semana anterior. Isolini hizo algunas reparaciones y luego le dio el auto a Taborda. Pero el vehículo no arrancaba y ahí comenzaron los problemas.
Las amenazas del joven comprador comenzaron por WhatsApp y luego comenzó a pedir que le devuelvan su dinero. Isolini argumentó que ya le había explicado que era “un auto para arreglar” y además parte de la plata recibida la había gastado para poner al auto en marcha y poder entregarlo andando.
"Mi papá lo quiso ayudar y por eso se lo vendió a ese precio. Más allá de todo, era una persona de la familia y no iba a pelearse por plata. Yo creo que por eso no se pudo defender, porque no se imaginó nunca una reacción como esta", agregó Soledad con dolor.
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Tras el crimen, Taborda se fue corriendo de la plaza pero vecinos lo alcanzaron y lo detuvieron a unos dos kilómetros del lugar del asesinato. Cuando los familiares de la víctima lo confrontaron, el homicida confesó el crimen y dijo que lo hizo porque no le querían devolver su plata.
Ahora el joven de 20 años, que es padre de un bebé, está preso e imputado por homicidio agravado.