Durante las primeras horas de este martes, detuvieron a Marcelo Moreno Pérez, un joven integrante de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (Iglesia Mormona), acusado de cometer un abuso sexual a una menor de 14 años en el 2017. Tras una investigación, se descubrió que la iglesia le había entregado 4,5 millones de pesos a la familia de la víctima para que el caso no tomase trascendencia pública.
Horas más tarde, la propia entidad religiosa lanzó su descargo y dio su propia versión de los hechos a través de un comunicado oficial. En una extensa carta, la Iglesia dio explicaciones al respecto y reconoció la existencia del grave delito, pero se separó de lo publicado por los medios de comunicación.
En el comienzo del comunicado, la Iglesia Mormona reconoció la atrocidad de lo ocurrido y declaró que desde el primer día estuvieron apoyando a la víctima y su familia: "Condenamos el abuso en cualquier de sus formas. La postura de la Iglesia es que el abuso no se puede tolerar y quienes lo ejercen, son responsables ante Dios y ante los tribunales correspondientes".
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Posteriormente, explicaron cuál es su misión como entidad: "La principal responsabilidad de la Iglesia es ayudar a quienes hayan sido víctimas de abuso y proteger a aquellos que puedan ser vulnerables a padecerlo en el futuro". Pero luego, lamentó que el hecho haya llegado hasta los medios de comunicación, "causando revictimización y afectando el buen nombre de personas inocentes".
Pese a haber reconocido el brutal hecho de violación, la entidad religiosa se despegó de lo publicado por los "medios" y dio su propia versión de los hechos, enumerando una por una sus explicaciones: "Dado que la información divulgada en los medios de comunicación no se ajusta a la realidad de los hechos, hacemos saber que":
1) A partir de la denuncia efectuada en el año 2017 por la familia de una joven se inicia inmediatamente una investigación penal por abuso.
2) Al tomar conocimiento de la denuncia, la Iglesia prontamente proporcionó amplia asistencia espiritual, profesional y económica a la víctima y su familia, en concordancia con las creencias y normas propias que son públicas y de fácil acceso a cualquier interesado.
3) En el transcurso de la etapa inicial de la investigación penal (2017/2018) la Iglesia y sus responsables eclesiásticos locales brindaron total y absoluta colaboración a los requerimientos del proceso judicial.
4) A mediados del año 2020 la Iglesia recibe una notificación respecto a un reclamo judicial de resarcimiento por vía civil de parte de la familia de la víctima. Por lo tanto, sin estar obligada y respetando la normativa que rige en este fuero, con el acuerdo de los padres de la menor y ella misma, los abogados de la familia y el asesor de menores asignado por el Ministerio Público, se firma y se homologa un acuerdo poniendo fin al requerimiento judicial civil en los términos solicitados por la víctima y su familia.
5) La naturaleza del asunto acordado exige principios de confidencialidad habitualmente utilizados que apuntan a preservar la intimidad de todas las partes evitando su revictimización.
6) Es incorrecto sostener que el acuerdo de referencia y su confidencialidad pudieran impedir a la víctima realizar una presentación judicial ya que la causa penal se había iniciado en 2017.
7) El actuar de la Iglesia siempre ha sido ajustado a la normativa vigente, por consiguiente el acuerdo antes mencionado fue tramitado en su totalidad por asesores jurídicos y no por responsables eclesiásticos locales. La alusión pública irresponsable y mención del Presidente de Estaca Alejandro Paolantonio y el Obispo Hector H. Herrador, los afecta de manera deliberada en su buen nombre y reputación. Desde su rol espiritual estas personas ofrecieron en todo momento su servicio voluntario para asistir a la víctima y su familia.
Por último, cerraron el comunicado con un mensaje referido a la comunidad: "Esta injusta situación en la que se coloca a La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y a sus miembros no altera la determinación de continuar sirviendo a la comunidad, de respetar las leyes y de promover el amor fraternal entre todos los hijos de Dios, siguiendo el ejemplo y la misión divina de ser discípulos de Jesucristo".